¡MI NEGRO SANTO!

Ay este Negro adorado traía cacheteando la banqueta a más de cuatro, recuerdo mucho cuando viajábamos cuando trabajé con Bronco que siempre llevaba una libretita y su grabadora, por cierto bien pedorra la libretita y la grabadora y un lápiz con la punta bien gastada y ahí escribía sus canciones y luego las grababa en esa grabadorcita y nos las mostraba. Yo enloquecía porque me gusta mucho cómo compone, pero él siempre me dice que soy una enana verde porque todo me gusta. Y qué, y qué, y qué…