Dos veces nominado al Grammy Latino, Buyuchek continúa expandiendo su repertorio y sus influencias musicales con el lanzamiento de su nueva colaboración con Los Askis, en una nueva versión norteña andina de la famosa canción de cumbia “Cariñito”.
En esta ocasión especial, Buyuchek profundiza en una fusión musical, explorando sonidos más allá de su repertorio típico para demostrar que la música no tiene fronteras. Se unen a las estrellas mexicanas internacionales andinas de cumbia, Los Askis, que mezclan cumbia con música andina incorporando elementos musicales prehispánicos.
Fundada en el 2012, Buyuchek es una banda norteña de General Tehran, México que ha obtenido dos nominaciones a los Grammy Latinos (2019 y 2020) al Mejor Álbum Norteño. La banda se ha convertido rápidamente en la favorita de los fanáticos tanto en México como en Estados Unidos gracias a Irma Silva de 82 años mejor conocida como La Abuela, quien es vocalista y abuela del líder y fundador de la banda, Jorge Loayzat.
Originaria de General Terán, México, La Abuela creció en la pobreza y estaba rodeada de un ambiente dominado por los hombres, lo que hacía casi imposible para ella seguir sus sueños musicales. Pasó la mayor parte de su vida trabajando como costurera, pero siempre cantando con su radio prendido mientras trabajaba.
La Abuela Irma Silva también es sobrina de Eugenio Ábrego, acordeonista y segunda voz del legendario dúo norteño Los Alegres De Terán. El dúo es uno de los fundadores de la música norteña.
El nombre Buyuchek resulta de un juego de palabras del Festival Internacional de Cultura y Arte Büyükçekmece en Estambul, Turquía, en donde el grupo se presentó. El primer álbum de colaboración de Buyuchek y La Abuela Irma Silva fue lanzado en el 2018, titulado Las Canciones de la Abuela. El álbum se produjo para La Abuela en sus 80 años cumplidos, volviéndose rápidamente viral, ganando una nominación al Grammy Latino y en donde se lanza la nueva carrera artística de La Abuela. Los videos musicales del álbum fueron filmados en la Hacienda El Granjenal, donde Irma Silva vivió por más de 50 años.
