Carmen Salinas celebró una misa católica en memoria de su hijo, el compositor Pedro Plascencia Salinas (1956-1994), acompañada de familiares, amigos.
En la cripta familiar Salinas Lozano Viramontes, del Panteón Español en esta capital, se llevó a cabo la homilía y al finalizar, se partieron dos pasteles en su honor para conmemorar su onomástico.
“Nació el 7 de noviembre de 1956 a las 11:45 de la noche. Desde las 15:00 horas empecé con dolores y el proceso de parto fue largo. Fue mi primer hijo y después perdí como a cinco criaturas más; las abortaba de dos meses, incluso, uno fue de siete meses, hasta que se logró el nacimiento de mi hija María Eugenia”, comentó Salinas.
Añadió que por poco también perdía a María Eugenia, pues ella nació de ocho meses.
“Yo viví en la calle de Ayuntamiento 93, departamento 209 cuando iba a nacer mi hija, ya tenía dolores de parto y con mi hijo Pedrito, tomada de la mano, salí a buscar un taxi porque no estaba Pedro, mi ex esposo, y no tenía teléfono.
“Me acuerdo que me fui a sentar a un salón de belleza que estaba enfrente de la XEW y pensé que lo iba a tener en la calle. La dueña de ahí, que después se convirtió en mi comadre, me llevó a una maternidad de la calle de Baja California y ahí nació, pero al principio no respiraba.
“De inmediato trajeron un aspirador de flemas, mientras miraba una imagen de la Virgen de San Juan de los Lagos y le pedía que le salvara la vida. A cambio le prometí que a mi niña le pondría su nombre y así fue, pues se llama Juana María Eugenia. Dos veces entré de rodillas con mis hijos a la iglesia de San Juan de los Lagos para agradecerle”, explicó.
Cuando su hijo Pedro Plascencia se encontraba en agonía, dijo, se fue caminando dos veces desde su casa a La Villa, “pero la Virgen no me quiso oír, se lo llevó con ella”.
La actriz admitió que ha atravesado por momentos muy difíciles para sobrellevar su dolor tras la muerte de su hijo. Sin embargo, asegura que son él y su madre, también finada, quienes precisamente le dan la fortaleza para seguir adelante.
“Sobre todo, Dios nuestro señor me da la fuerza. No hay como estar bien con él, pues la soberbia no va de acuerdo con los seres humanos, es algo que nunca he manejado, ya que cuando nos muramos todos vamos a estar en el mismo lugar y de nada sirvieron los éxitos ni fracasos, joyas o ropas, lo importante es estar bien con Dios, diario le pido que me ayude a ser mejor católica”, resaltó.
Acompañada de su ex pareja, Pedro Plascencia, con quien lleva una buena relación amistosa tras su fallido matrimonio, Salinas recordó que el hijo de ambos fue un extraordinario pianista, compositor y arreglista.
Incluso, su padre aseguró que tenía “un carácter precioso, como pocos. Todos, quienes lo rodearon, lo disfrutaron mucho. Se esforzó mucho trabajando, era un alma de Dios, muy lindo y bondadoso con la gente”.
Carmen Salinas descartó la posibilidad de crear una fundación en memoria de su primogénito, pues considera que “se debe ayudar a los demás, pero sin decírselo a alguien”.
Pedro Plascencia Salinas compuso música incidental para las telenovelas del productor Carlos Téllez, como “El extraño retorno de Diana Salazar”, “Cuna de lobos”, “En carne propia”, además de la música de entrada del noticiero 24 Horas, y el desaparecido sistema ECO Noticias.
Fuente: zocalo.com.mx
