Épico show de PEPE AGUILAR en el PALACIO DE LOS DEPORTES

Su “Jaripeo sin Fronteras” convirtió el “Domo de Cobre” en un espectacular lienzo charro que lució a reventar

Tal como lo prometió cuando anunció la gira “Jaripeo Sin Fronteras”, Pepe Aguilar logró trasladar al siglo XXI la tradición de la que sus padres fueron pioneros hace más de 40 años, cuando presentaron el primer espectáculo ecuestre en la historia de la música mexicana.

El resultado es un asombroso show en el que se combina a la perfección el talento vocal de Pepe y sus canciones más emblemáticas con el arte hípico. Este concepto ha sido todo un suceso en Estados Unidos, país en el que comenzó su recorrido con recintos abarrotados.

Esta noche finalmente llegó a la Ciudad de México, a un Palacio de los Deportes cuyo público se rindió ante la sensacional producción que incluyó escaramuzas de la Asociación Nacional de Charros, la elegancia y tradición charra de Tomás Garcilazo, floreador galardonado, monta de toros de reparo llevada a cabo por charros y cowboys de rodeo. Todo esto acompañado por la música del Mariachi Zacatecano y la banda Azul Tequila.

La apertura del show corrió a cargo de Leonardo Aguilar, quien cantando el clásico “Viva México” demostró que es un digno heredero de esta tradición. A él siguió su hermana Ángela, quien deslumbró a la audiencia con su porte al ingresar al ruedo en una elegante carreta. Antonio Aguilar Jr., hermano de Pepe, rindió un especial homenaje a su padre al interpretar “Gabino Barrera”, tema emblemático dentro de las presentaciones de su progenitor.

El momento más esperado llegó cuando Pepe Aguilar apareció en el escenario, montando a caballo y con su sobrio traje de charro, el cantante fue ovacionado desde el primer momento, el público se hinchó de orgullo nacional al escuchar “El Zacatecano” y “Yo soy el muchacho alegre”.

Veinte años tuvieron que pasar para que Pepe mostrara de nuevo su habilidad para cabalgar y cantar, destreza que desarrolló desde que tenía tres años de edad, siempre acompañado de sus admirados padres, Antonio Aguilar (Q.E.P.D) y Flor Silvestre.

La gente que acudió al Domo de Cobre vivió una noche inolvidable, en la que además de escuchar éxitos como “Perdono y Olvido”, “Ni contigo ni sin ti”, “Miedo”, y “Mi credo”, también fueron testigos de cómo la historia continúa y se reinventa, la tradición del jaripeo cuenta con los mejores representantes en Pepe y la tercera generación de la familia Aguilar.

La gira continuará su recorrido por México y Estados Unidos durante el resto del año para seguir poniendo el nombre del país en alto.