Sábado Santo, también conocido como Sábado de Gloria, es el sábado de Semana Santa después del Viernes Santo. Es el día anterior a la Pascua y el último día de la Semana Santa en el que los cristianos se preparan para la Pascua. Conmemora el día en que el cuerpo de Jesús yacía en la tumba.
En la Ortodoxia oriental, este día, conocido como el Sábado Santo y el Gran Sábado, ya que es en este día que Cristo “descansó” físicamente en la tumba. Pero también se cree que fue en este día que realizó siendo espíritu lo que se conoce como el Horrible Infierno y se levantó al Paraíso junto con la liberación de aquellos que habían estado cautivos. En las Iglesias Ortodoxas Copta, Etíope y Eritrea, este día se conoce como Sábado Feliz, también conocida como la noche de luz y alegría.
En las tradiciones occidentales, el día se suele llamar Sábado Santo, aunque en la Comunión Anglicana, el Libro de Oración Común se refiere al día como la Pascua. Aunque el término Sábado de Pascua se aplica generalmente al sábado en Semana Santa, en los países de habla inglesa a veces se aplica al Sábado Santo. En la tradición católica, la Santísima Virgen María como Nuestra Señora de los Dolores recibe en este día el título de Nuestra Señora de la Soledad, refiriéndose a su solaz y dolor por la muerte de su hijo Jesús. Sin embargo, en ningún lugar de los documentos litúrgicos católicos este día se conoce como la fiesta de Nuestra Señora de la Soledad.
En las tradiciones católica romana y algunas anglicanas y luteranas, el Sábado Santo dura hasta el anochecer, después de lo cual se celebra la Vigilia Pascual, que marca el inicio oficial de la temporada de Pascua. Las rúbricas establecen que la Vigilia Pascual debe tener lugar en la noche; debe comenzar después del anochecer y terminar antes del amanecer. El servicio puede comenzar con un incendio y la iluminación de la nueva vela Pascual. En la Iglesia Católica Romana y en alguna observancia anglicana, la Misa es la primera Misa desde la del Jueves Santo, y durante ella, la “Gloria”, que estuvo ausente durante la Cuaresma, se usa como estatuas e íconos, cubiertos con velos purpúreos se revelan dramáticamente. Algunas iglesias anglicanas prefieren celebrar la Pascua y la iluminación de la nueva vela Pascual al amanecer del día de Pascua.
