Y antes de que los olviden, el grupo Caifanes se entregó a miles de seguidores que lo esperaron por más de 16 años, y así cumplió el sueño de muchos por ver a los cinco músicos reunidos nuevamente en los escenarios.
El Palacio de los Deportes se rindió a los pies de la agrupación y ésta a los de la raza, a tal grado que Saúl Hernández no se contuvo, hizo una reverencia hincado en el templete y soltó algunas lágrimas que confirmaron el anhelo por volver a hacer historia.
Dos horas y media bastaron para revivir el paso de Caifanes por el rock mexicano y no decepcionó, pues el grupo interpretó aquellos éxitos que los llevaron a consagrarse como la banda más importante de México.
Más de 17 mil personas fueron testigos del regreso de Alfonso André, Sabo Romo, Diego Herrera, Alejandro Marcovich y Saúl Hernández a la escena musical, quienes eligieron el 2011 para realizar diversas presentaciones, las cuales dejaron de hacer en 1995.
El primero en salir a enfrentar a su público fue Diego Herrera, quien subió a una pequeña plataforma en donde se colocó su teclado, luego le siguió en otro relieve Alfonso André en la batería, la luz después iluminó a Sabo Romo, Saúl Hernández y a Alejandro Marcovich.
Tras esta presentación comenzaron los primeros acordes de “Viento” y sus fans no esperaron más y se levantaron de sus asientos para acompañarlos en los coros; posteriormente se pudo escuchar “Negro cósmico”.
“Este aplauso es para ti raza, por tu fuerza, por tu paciencia, por tu amor y tu cariño, porque estamos aquí los cinco juntos compartiendo este momento, Gracias a mucha gente que nunca vio a Caifanes tocar, por eso a las nuevas generaciones y a ti, Caifanes está a sus pies”, fueron las primeras palabras de Hernández a su público.
“Para que no digas que no pienso en ti”, “Miedo” y “Nunca me voy a transformar en ti”, completaron un siguiente bloque de temas, que llenaron por completo de luz y sonido al “Domo de Cobre”.
Antes de continuar con el recital, Hernández subrayó: “Esto es un sueño, hace 20 años era imposible, porque había mucha marginación, ahora se le llama de otra manera. En aquella época ser joven era sinónimo de criminalidad y aprendimos que la vida es un ahora, este momento.
“Y tenemos que hacer algo muy chin… de nuestra vidas para sentirnos mejor, y cuando estemos allá arriba nos reciban con los brazos abiertos”, y continuó con “Mira que la vida no es eterna”.
La noche de Caifanes siguió con “Te estoy mirando” y “Sombras en tiempos perdidos”, en ésta última Diego Herrera realizó un solo en el saxofón, que de inmediato le valió la ovación del público.
“Miércoles de ceniza”, “Aquí no es así”, “Cuéntame tu vida”, “Antes de que nos olviden” y “Ayer me dijo un ave”, fueron las canciones que estremecieron al público que animado se mantuvo atento a toda la presentación.
“Entre esa frontera de lo irreal y surrealista, a este momento, elegimos mucha canciones y esta canción esta en medio de este camino entre la locura y tu corazón”, fue la manera en que Hernández presentó “Hasta morir”.
“Estas dormida”, “Metamorféame”, “Perdí mi ojo de venado”, “Los dioses ocultos”, “Detrás de ti”, “Mátenme porque me muero” y “Amanece” serían los últimos temas de la noche.
Y tras concluir los temas, Saúl dio paso para presentar a los Caifanes, quienes por separado fueron ovacionados hasta el cansancio por los miles de asistentes; pero el más conmovido fue el vocalista, quien se hincó ante el público que espero a que un día, ese momento llegara.
“Nosotros somos Caifanes, pero hay otros que también hacen posible esta magia”, externó Hernández y cerró la noche con “Nos vamos juntos”.
Pero su público no quiso que la agrupación se despidiera y pidió que regresara al escenario, y lo hicieron para entonar “La negra Tomasa”, “Nubes” y “La célula que explota”, que tuvo como intérpretes a miles de gargantas cantando en una sola voz.
Y aunque quisieron despedirse de nuevo, Caifanes no lo consiguió y regresó para cantar “Afuera” y “No dejes que”; al final los cinco músicos bajaron del escenario para saludar a algunos fans.
Fuente: radioformula.com.mx
