En el marco de las celebraciones del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución Mexicana, el cantante Pepe Aguilar brindó una velada matizada con la fragancia y los sabores que despide la música mexicana.
Con destellos de luces en verde, blanco y rojo, acompañados con música ranchera de fondo, se encendieron unas pantallas gigantes que mostraron diversas imágenes de los héroes y caudillos que nos dieron patria.
Pepe Aguilar apareció en el escenario del Auditorio Telmex con elegante traje de charro e interpretó junto con su mariachi El Zacatecano, las melodías: “100% mexicano”, “Me vas a extrañar”, “Recuérdame bonito”, “Por una mujer bonita” y “Perdóname”.
El intérprete, quien dijo que Jalisco es como su segunda casa, dedicó “Chaparrita consentida” tan sólo a las bajitas presentes en el auditorio, pero enseguida aclaró: “está dedicada para todas, no se hagan, que a mí todas me quedan chaparritas”.
Después cantó “Me estoy acostumbrando a ti”, con lo que comenzó un popurrí, que fue secundado por “Llamarada”, “Mi credo”, “Directo al corazón”, y dedicó a su equipo, las Chivas de Guadalajara, la melodía “Más alto que las águilas”, lo cual dividió al público al haber algunos perdidos atlistas y americanistas.
También complació a sus seguidores con “He venido a pedirte perdón”, y dos canciones del inmortal José Alfredo Jiménez, “El rey” y “Ella”, con lo cual convirtió el inmueble en un monumental coro.
El primer momento emotivo de la noche fue cuando recordó a su padre, el cantante y actor Antonio Aguilar, “esta canción siempre se la dedico a mi papá que está en el cielo, pero esta noche se la dedico a mi madre, Flor Silvestre, que está aquí presente, porque se que mi padre se la cantará a ella a través de mi conducto: ´Albur de amor´”.
Cuando terminó de interpretar “Cruz de olvido”, un bello momento conmovió a los asistentes, su madre Flor Silvestre improvisó y cantó con bonita voz “Amanecí en tus brazos”, y puso al público de pie, que pidió otra canción en un mar de aplausos, pero ella sólo les agradeció el cariño brindado.
Pepe Aguilar continuó su concierto sin mariachi para deleitar a la gente con “Miedo” y “Por mujeres como tú”, y cerró con “El gustito”, pero los miles de tapatío exigían una canción más, ya con el telón y las luces apagadas.
Minutos después regresó con música de banda para brindar “Mi gusto es”, “Anillo gravado”, “Por una mujer casada”, “Un puño de tierra”, “Son las dos de la mañana” y finalizó con “Chaparrita”, para dejar plasmada en la memoria de los jaliscienses la rica fragancia que emite la música mexicana.
Fuente: radioformula.com.mx
