
El cantante italiano Eros Ramazzotti envolvió al público tapatío en un suave manto de romanticismo durante el concierto que ofreció anoche aquí durante alrededor de dos horas.
A las 20:00 horas en punto, el grupo regiomontano Gama, integrado por dos guitarristas, baterista, tecladista y el vocalista, abrió el concierto con la interpretación de cinco baladas.
Después del cambio de instrumentos y un receso, a las 20:53 horas el intérprete europeo abrió con Apuntes y notas, vestido con pantalón de mezclilla y playera negra, y continuó con Donde hay música, Un segundo de paz y Cuanto amor me das, está última los asistentes la cantaron de pie.
A partir de la melodía Estrella gemela, Ramazzotti cantó y tocó la guitarra eléctrica para demostrar su talento en Tierra prometida, Una historia importante y Si bastasen un par de canciones, que fue engalanada por el espléndido sonido del saxofón.
La mayoría de las canciones las interpretó en su idioma natal, incluso algunas las mezcló con español: buenas noches Guadalajara, los quiero mucho, no acostumbro a hablar castellano por eso voy a cantar la mayoría en italiano, gracias, fueron las palabras que expresó.
Luego cantó Fábula y ofreció otra de las consentidas por los jaliscienses: Una emoción para siempre, que aprovechó para interactuar con las lindas tapatías que estaban en primera fila, y con efectos de su voz jugaba con uno de sus músicos, quien lo seguía con su instrumento de viento, para deleite de los asistentes.
Sus tres coristas desplegaron su potente voz en I belong to you, cuando una a una cantó junto a Eros, quien después brindó Música es.
Después, todos los integrantes de su grupo abandonaron el escenario y Ramazzotti se quedó sólo con su guitarra acústica para complacer los oídos con Amor en contra y Otra como tú, unas de las más aclamadas por las jaliscienses.
Dejó la guitarra acústica e ingresó su pianista para agasajar con La aurora y Por ti me casaré, con ese toque romántico; enseguida regresó todo su equipo y encendieron a la gente con La sombra del gigante, que puso a bailar al público.
A partir de ahí la gente ya no se sentó contagiadas por la energía de Cosas de la vida, Fuego en el fuego y Este inmenso show, para abandonar el escenario, pero retornó para cantar Dímelo a mi.
Eros Ramazzotti cerró el concierto con broche de oro al interpretar La cosa más bella, que hizo estallar los gritos de las tapatías, con lo que cumplió su propósito de dejar estos instantes atrapados en los corazones de los afortunados presentes.
Fuente: enelshow.com