Aún no asimilo la noticia, aún me parece QUE NO ES CIERTO. ¿Cómo olvidar a ese hombre simpático, con gran carisma y un sentido del humor inigualable? Desde que lo conocí me llamó “comadre” y aunque realmente no lo éramos, yo también lo llamaba “Compadre”. Siempre que me saludaba me decía que me mandaba un beso en el tronco de la oreja y me dio las más divertidas entrevistas tanto en la revista Furia Musical como en la radio, en Furia Musical en Bandamax y en “Qué Noche con La Chicuela”. Su sencillez me impactó siempre, porque a pesar de estar en los primeros lugares de popularidad y convertirse en un verdadero ídolo nunca perdió el piso como les sucede a muchos en esta carrera. Recuerdo cuando nos hizo el honor de estar en los premios Furia Musical, donde fue merecidamente premiado, también cuando tuve el honor de hacer alfombra roja con él en el aniversario de Monitor Latino en Guadalajara. ¡Un tipazo! Un hombre que siempre llevaba en su rostro dibujada una sonrisa, que siempre tenía el comentario oportuno, el chiste a flor de labios, los dichos de su tierra a la que amaba profundamente: un personaje. Un Millonario de Amor, como su disco del cual iniciaba la promoción y que es un discazo. Millonario de amor porque era amado por su familia, por sus amigos, por su público, por sus propios compañeros, por los compositores, por los empresarios, por los medios de comunicación. El último recado que me mandó con mi amiga Ana Luisa Gómez, su manager fue: “Dile a mi comadre que no ande de disoluta”, porque estaba viendo un programa de Furia Musical que grabé con José Julián donde salí con mini falda. Cada vez que tenía la oportunidad de entrevistarlo o de platicar con él era ¡pura risa! y así lo recordaré siempre: alegre, feliz, sonriendo, con sus dichos de Sonora y sus chistes…Compadre Shaka: siempre estarás con nosotros, te mando un beso en el tronco de la oreja, hasta allá donde ahora vives…con las estrellas.
