Al público nadie lo obliga a comprar discos ni a asistir a un concierto, pagar un boleto o cantar el éxito de un artista y en los dos conciertos que dio Jenni Rivera en el Auditorio Nacional fue evidente y muy claro, aunque a muchos les pese, que el público de Jenni LA ADORA.
La producción de primer nivel y Jenni inició el concierto cantando con banda ante un Auditorio Nacional lleno en su totalidad. Jenni Rivera no sólo es una cantante, es una mujer cuya vida personal no es desconocida por su público y quizás eso crea entre ella y sus fans una conexión que nadie puede disolver, ni sus errores, porque cuando los comete: los enfrenta.
Jenni Rivera se cambió tres ocasiones de vestuario, primero cantó con banda, luego lució un espectacular vestido azul para interpretar la música ranchera, los éxitos de su disco “La Gran Señora” y cuando llegó el turno del tema de Pepe Garza “Ya lo sé”, Jenni no pudo contener las lágrimas porque todo el Auditorio, así, literal, cantó con ella el tema. Las lágrimas corrían por las mejillas de la cantante sin poder controlarlas. Y finalmente salió con un mini vestido negro luciendo las piernas que a sus fans les encantan.
Niñas de entre los 5 y 8 años fueron las privilegiadas que vieron el concierto desde el escenario donde Jenni las subió, este chicuelo se la pasó grabando en video y cantando todos los éxitos de la diva de la banda. Y también una señora se pasó todo el concierto parada cantando cada una de las canciones. No cabe duda que el rango de edades del público de Jenni Rivera es bastante amplio. Pero su carisma, su forma de interpretar los temas, su estilo único que no trata de copiar a nadie la hacen única, ella tiene una manera de decir las cosas e incluso de ser muy fuerte y que la gente se lo festeje, se lo aplauda, la ovacionen. No todas las cantantes pueden hacer lo mismo. Así que aunque algunos periodistas que fueron el jueves sólo a burlarse o a esperar el fracaso o la caída de la diva se quedaron impactados al ver el gran amor que su público le tiene y eso, eso no lo puede impedir nadie. El público es el que manda.
