Por: Blanca Martínez
Moreno de Ebano: ¡no puedo creer que han pasado ya tres años que no estás aquí! Que no nos hablamos por la noche, que físicamente NO ESTAS. ¿Pero sabes? Tengo nuestra última conversación tan presente…y no únicamente los días 9 de cada mes ni este 9 de Diciembre que se cumplen 3 años que te fuiste. Sigues dándome fortaleza como siempre, sigues pendiente de mí, sigues diciéndome: “Chicuelina marca morirás”, “¡Qué bárbara, morí!” y todas las demás frases que obvio no escribiré aquí pero que tú me entiendes: jajajajajaja. Tu sonrisa está más presente que nunca, mi moreno bailador de salsa, mi moreno valiente, alegre, pícaro, trabajador, exitoso, único, triunfador, pionero, vanguardista.
Sé que sólo te adelantaste y que cuando Dios quiera volveremos a estar juntos para tener interminables pláticas, escuchar infinitas canciones y bailar salsa hasta que nos de la gana.
Gracias por todo lo que en tu vida me diste, pero sobre todo GRACIAS por lo que me estás dando ahora que estás en otro plano, que lo ves todo, que te siento más cerca que nunca y más protector que nunca.
Te amo con todo mi corazón.
Jenni: Me imagino cómo te estarás riendo porque, a tres años de tu partida, como si estuvieras aún aquí siguen los dimes y diretes a todo lo que da. Hoy no soy la persona que te entrevistó muchas veces, hoy está aquí la mujer con la que tantas pláticas tuviste. Esas pláticas a las que tú llamabas siempre “Plática de mujeres perras” y eso quería decir que eran IMPUBLICABLES. Y lo seguirán siendo siempre. Te escucho frecuentemente, lo sabes, pero cuando estoy escuchando una canción y de pronto oigo tu voz, porque como si presintieras la necesidad que tendríamos las personas que te queremos de escuchar tu voz, en casi todas tus canciones no sólo cantas, también hablas y hablas siempre alegre, de hecho en algunas te avientas tu sonora carcajada que nadie podemos olvidar.
Me dejaste la mejor herencia que una amiga puede dejar y tú sabes a lo que me refiero. GRACIAS SIEMPRE.
Sé que Dios volverá a reunirnos algún día y volveré a abrazarte como aquel 2 de noviembre que te vi por penúltima vez, porque la última vez que te vea será cuando Dios me lleve de este plano y volvamos a encontrarnos. Mientras eso sucede, seguiré escuchando tus canciones, leyendo los twits que me escribiste, y chillando como buena cáncer que soy, igual que tú. ¿Te acuerdas cómo nos reíamos de eso? Ok, no entraré en detalles porque ya tú los sabes todos. Inteligente, guerrera, valiente, audaz, mujerona…te quiero y te extraño hasta esta fecha: SI/EM/PRE
Baby: Mi Jacob amado, ¿cómo te explico? Recientemente fui a Los Angeles y me parecía que si marcaba tu número me contestarías ¡qué loca! ¿no? Baby pero tú ya sabes que estoy loca y cuando la maquillista me estaba arreglando para una entrevista cerré los ojos y pensaba que eras tú. ¡Ya sé! ¡qué loca! ¿no? Pero baby te extraño, extraño tu forma de ser conmigo, la confianza que llegamos a tenernos uno al otro. (Ya sabes de qué hablo).
Mira guapo, sé que jamás podré olvidarte, sé que me quisiste de verdad, sé que todo lo que platicamos quedó grabado para ambos y sé que un día volveremos a vernos.
Y claro, no puedo despedirme sin pedirte que pares la trompita, como siempre, porque te voy a dar un BESO. ¡Ya sabes la tablita, baby! Tus manitas donde van y mi beso en esa bella trompita.
I love you baby, i love you forever
