Hacemos un llamado a todos los comités LGBT, para que se trabaje de manera conjunta y nos sea posible celebrar este 25 de junio una fiesta de luces, colores y alegría como nos caracteriza desde hace décadas.
Aproximadamente hace 40 años la comunidad LGBT salió del clóset ante la sociedad; siempre han estado presentes las etiquetas entre estas poblaciones, por eso día a día levantamos la voz y exigimos respeto, igualdad y equidad para construir una mejor sociedad.
Hombres, mujeres, personas no binarias son iguales ante la ley sin importar raza, edad, ni clase social; con ayuda de todos levantemos la voz en favor de la diversidad.
Los primeros años de activismo fueron sumamente complicados; los padres y madres del movimiento por la diversidad se enfrentaron y sortearon todo tipo de dificultades sociales, políticas y económicas.
Hoy en día somos herederos de esa lucha quienes disfrutamos de los frutos de esa resiliente siembra…
Actualmente en la Ciudad de México ya se cuenta con Matrimonios Igualitarios, reconocimiento oficial a la Identidad de Género, a las infancias Trans, existen tratamientos médicos en contra del VIH a través de la Clínica Especializada Condesa e Iztapalapa, además de contar con una Fiscalía Especializada en Crímenes de Odio por Homofobia y Transfobia, y hasta una dirección general de Diversidad Sexual.
Aún falta mucho trabajo que hacer con empresas y gobiernos, por ejemplo, en este país que se ha vuelto incluyente ya no partimos de cero.
Hacemos un llamado en especial a las secretarías de Cultura y Turismo, poniendo como ejemplo el caso del presidente municipal de Nezahualcóyotl quien es una persona abiertamente homosexual e hizo valer la voz y voto del pueblo para poder gobernar como cualquier persona.
Ahora es cuando deberíamos aprovechar estas ventajas y replantear el presente de nuestras demandas ¿Qué es lo que necesitamos, ¿qué es lo que más urge atender? ¿A quiénes debemos denunciar, demandar, exigir, reeducar? ¿Quiénes son actualmente el objetivo de nuestros mensajes?
Proponemos hacer un ejercicio de honestidad entre nosotres; admitir que no todes somos amigos, resaltando que existen grupos, así como comunidades más cerradas, hermandades, clubs y hasta separatistas radicales, pero no es momento de señalarnos entre nosotros y eliminar nuestras consignas particulares, al contrario, sería el momento de hacer una tregua para estar unidos un solo día, el día en que podamos mostrar que nuestra fuerza puede más que la negatividad del resto de la sociedad, aún francamente conservadora.
Demostremos que esas divisiones son reales pero que no impiden que un día marchemos todas, todos y todes, este 25 de junio del 2022, con el apoyo de instituciones gubernamentales y de ustedes como sociedad. ¡Vamos juntos por una sociedad en transformación!