
La música se escucha, se siente… ¡y también se viste! El Corona Capital es más que un Festival: es un desfile cultural donde el estilo grita tan fuerte como su cartel. Es el espacio donde cada outfit es un statement y cada momento en el escenario se convierte en un acto de expresión estética. La moda en el Corona no es accesorio: es identidad, es tendencia y es memoria colectiva.
Cada año, el festival tiene una esencia única en materia de looks; una mezcla entre la vibra clásica del rock con las tendencias del streetwear y el sello utilitario, con prendas funcionales y llenas de actitud.
El outfit festivalero se ha convertido en un sello de identidad: jeans cómodos, tenis versátiles, gafas oscuras, gorras, y por supuesto la pieza más esperada: el poncho conmemorativo del festival, que se ha transformado en un auténtico objeto de colección.
El poncho artesanal del Corona: identidad tejida a mano
Símbolo máximo del festival, el poncho Corona es el único ítem de moda que ha nacido directamente desde el corazón del evento para convertirse en ícono. Inspirado en textiles tradicionales mexicanos y reinterpretado con patrones únicos, esta prenda cruza la línea entre el diseño artesanal y la moda conceptual.
Con diseños exclusivos que cambian cada edición y elaborado con el talento de artesanos de Tlaxcala, esta prenda suele agotarse en las primeras horas y se convierte en uno de los recuerdos más preciados de quienes forman parte de esta historia musical. Su valor es tanto funcional como simbólico: abriga, protege, luce increíble y representa pertenencia. No es raro ver a alguien guardarlo durante años como una pieza de colección, o convertirla en parte esencial de su outfit invernal diario. Todos coinciden en lo mismo: llevarla es llevar un pedazo del festival contigo.
Brillos y colores neón: la cara visible del futuro alternativo
Lo que comenzó como un detalle atrevido bajo los ojos terminó por convertirse en un lenguaje completo. Glitter, delineadores fluorescentes, sombras metálicas y stickers convirtieron los rostros en lienzos luminosos. Aquí, el neón no es solo maquillaje: es una declaración de libertad que baila al ritmo de cada beat.