Cada vez más mujeres transgénero recurren al trasplante capilar como parte de su proceso de feminización facial, en busca de una imagen que refleje con mayor fidelidad su identidad de género. Este procedimiento, tradicionalmente asociado con la lucha contra la calvicie, se está consolidando como una herramienta esencial en la medicina de afirmación de género.
Durante la pubertad masculina, los efectos hormonales pueden provocar una disminución capilar que resulta en una línea de cabello en forma de “M”, típicamente asociada a rasgos masculinos. El trasplante capilar permite rediseñar esta línea frontal para adoptar una forma más redondeada y armónica con un rostro femenino, contribuyendo significativamente a la percepción social del género.
“El rediseño de la línea capilar no es solo una cuestión estética. Para muchas mujeres transgénero, representa un paso importante en su proceso de afirmación de género y tiene un impacto positivo en su autoestima y bienestar emocional”, señala el Dr. Enrique Orozco, especialista en medicina capilar.
El procedimiento consiste en extraer folículos de la zona donante (generalmente la parte posterior de la cabeza), e implantarlos de forma estratégica en la zona frontal y las entradas, con un diseño personalizado que tenga en cuenta las características faciales de cada paciente.
Este tratamiento se realiza con anestesia local, es mínimamente invasivo y tiene un alto índice de satisfacción. Los resultados son naturales y permanentes, aunque requieren varios meses para completarse totalmente.
Una atención médica integral y con perspectiva de género es clave, en Clínica Dreo, encontrarán a profesionales especializados en trasplante capilar con un enfoque ético, inclusivo y sensible a las necesidades específicas de cada paciente.
