GARDI debuta con el sencillo “La Ausencia”

GARDI debuta con un sencillo llamado #La Ausencia bajo los géneros pop psicodélico x indie pop.

CRÉDITOS:
Autoría: Gardi
Producción:
Sami Mendoza (Tino el Pingüino, The Guadaloops) Ferdinand “Mezcalibur” González (Bicho Blanco, Tino el Pingüino, The Guadaloops)
Estudio: Pinche Hype
Mezcla: Ferdinand “Mezcalibur” González
Master: APO

SOBRE GARDI:

GARDI es un proyecto musical de pop psicodélico conformado por Abel García. Este surgió como una búsqueda de una identidad musical propia, tras haber sido partícipe en algunos proyectos musicales grupales (Madigan, Mountreal), así como un acto de amor hacía sí mismo, pues en el proyecto encontró una forma de sanación.

A mediados de 2019, influenciado por la psicodelia y de artistas como Flume, Alizzz, Tame Impala, Baynk, MGMT y River Tiber, a través de synths, drums y líricas pegadizas, Abel comenzó con la composición de los temas que lanzará a lo largo de este año. En el proceso de grabar su primer material, se incorporaron al proyecto Sami Mendoza (Tino el Pingüino, The Guadaloops) y Ferdinand “Mezcalibur” González (Bicho Blanco, Tino el Pingüino, The Guadaloops) como productores, logrando materializar finalmente el sonido característico de este proyecto.

El nombre GARDI nace de buscar una nueva identidad, pues para él, el nombre Abel nunca ha sido algo que sienta que lo defina o le pertenezca. GARDI siempre ha considerado que el amor de sus padres hacia él ha sido uno de los regalos más preciados que la vida le ha otorgado, por lo cual decidió tomar y unir las primeras sílabas de sus apellidos, pudiendo de esta manera llevar con él ese amor tan valioso e importante con el.

Actualmente GARDI, se encuentra debutando con el sencillo “La Ausencia”, sencillo parteaguas de su primer material discográfico como solista que será acompañado con un video con la dirección de Marcelo Quiñones de Vertov The Noise.

Con melodías pop y bajos atrapantes La Ausencia relata la enredada travesía que es la vida, lo confusa que es la búsqueda por una verdad o un motivo para vivir, dejando un rezago de duda aún más grande que al principio y encerrándonos en un ciclo interminable de incertidumbre