
Mis queridos chicuelos y chicuelas, con mucho orgullo les cuento que conocí a Galilea hace muchos años y que recuerdo como si fuera ayer algo que llamó poderosamente mi atención desde que la conocí: SU SENCILLEZ. Siempre hemos sido amigas y ambas nos queremos mucho y, además, tuvimos una gran amiga en común que ya no está en este plano: Lilian Elizalde (q.e.p.d). El trabajo de ambas, a pesar de estar en la misma empresa nos impidió vernos con la frecuencia que quisiéramos. Hace poquito me la encontré en el cumpleaños de Alfonso Waithsman y a pesar de que en todo este tiempo sin vernos Galilea se ha convertido en un verdaero ídolo que la gente adora y sigue, me reencontré con la misma mujer de la que me volvió a impactar: SU SENCILLEZ. Es una mujer tan envidiada, pero ¿saben qué? todas las que la envidian jamás podrán igualarla, porque justamente les falta lo que a ella le sobra: SENCILLEZ. Ella no olvida sus raíces y más, pero mucho más allá de la belleza que es evidente, está la interior, que Galilea sí se preocupa por cultivar y desarrollar. Al público le ha fascinado en Vida TV, como conductora de “La nueva banda Timbiriche” y también les gusta en las telenovelas. ¿Cómo olvidar aquella simpática doméstica que representó en “Tú y yo” y luego el protagónico de “La Verdad Oculta”. Hoy está nuevamente conquistando a su público conduciendo “Pequeños Gigantes” y evidentemente es adorada por sus fans por su participación en “Hoy”. Habrá mucha gente que la critica, que la envidia, que le cuestiona el por qué no se ha casado, que si le hulle al matrimonio, le cuestionan los novios, los pretendientes y hasta le han colgado “milagritos”, pero quienes conocemos a Galilea más allá de la pantalla, a la persona, a la mujer, al ser humano, sabemos perfectamente que se trata de una mujer luchona, trabajadora, con carácter y que no permite que NADIE traspase la línea entre su trabajo y su vida privada cosa que aplaudo. Pero por sobre todas las cualidades que Galilea pueda tener, una de las más importantes, y más en este trabajo es: LA SENCILLEZ. Así que quienes la envidian o pretenden igualarla, lo primero que tienen que hacer es tomarse un galón de Ubicatex.