¡LUIS MIGUEL ES ADORADO POR SU PUBLICO!

13 febrero, 2011

El sol abarrotó el Auditorio Nacional en su primera presentación el pasado viernes 11 de Febrero. Sin duda, sus fans le profesan tal amor que no importó en lo absoluto que el show iniciara después de la hora anunciada. De hecho, en el boleto venía 8:30 p.m., pero justo a esa hora pude percatarme, junto con Rodolfo Ayala de Showtime que sonaban las sirenas y el hombre que un auditorio lleno a reventar esperaba con ansias, iba llegando partiendo plaza (como a él le gusta) con patrullas abriéndole camino.

Alrededor de las 9:30 de la noche inició un concierto en el que vimos a un Luis Miguel vestido impecablemente y provocando el delirio de todas las mujeres presentes. Entre el público estaba Juan José Origel, quien por cierto se salió antes de que el sol terminara y en su twitter puso que se fue, porque se aburrió. Gustavo Adolfo Infante, Shanik Berman, Martha Figueroa, Raúl Araiza, Carlos Loret de Mola, Coque Muñiz y en primerísima fila Consuelo Duval que creo fue la más feliz en este concierto porque Luis Miguel en varias ocasiones se rió con ella, le cantó y ya se imaginarán las caras y gestos de Consuelo Duval que por cierto compartió con su peculiar sentido del humor en su twitter. Los guaruras de Luis Miguel envidiados por todas las fans porque, uno del lado izquierdo y otro del lado derecho del escenario, cada vez que el hombre se acercaba al público y les daba palmadas con sus manos, el guarura metía su mano hasta el cinturón del cantante por aquello de que las fans se lo quisieran llevar a su casa.

Sólo habló casi al inicio del espectáculo como es su costumbre y luego cantó , cantó y cantó. Eso sí, una voz privilegiada y además la presume retirando lo más posible el micrófono de ella para que nos quede claro que aún con el micrófono lejos, su voz es espectacular, potente y maravillosa. Sus típicos gestos, brincos, levantada de pierna y movimientos sexys provocaban el delirio de sus admiradoras y su ya clásico movimiento de manos como pidiendo los gritos no podía faltar, pero ahora, le agregó un medidor de la pasión que apareció en pantalla y por supuesto el sol logró que todo el auditorio nacional gritara hasta que la aguja llegara al tope.

Entre lo poco que habló con su público agradeció a las mujeres de varias generaciones que estaban en el Auditorio Nacional y pidió, para sorpresa de muchas, que le acercaran a dos niñas que estaban adelante para darles a ambas un beso en la mejilla. ¿Y sus hijos? Bien, gracias. Cantó temas nuevos, temas de sus discos Romance y los clásicos que por supuesto fueron los más coreados por el público y los más ovacionados.

Por supuesto ante cada sonrisa, movimiento o coqueteo del cantante los gritos de sus fans no se hacían esperar, sus fans definitivamente lo idolatran, ojalá él valore ese gran amor de su público y volviera a ser aquel Luis Miguel, siempre misterioso, pero no tan inalcanzable ni hermitaño. El público sólo quiere mostrarle su cariño, no hacerle daño y no hay que olvidar que la posición económica que ha logrado es gracias justamente a cada persona que compra un disco, que compra un boleto para ir a verlo y que asiste a todos los lugares donde se presenta. ¿O no? Cuenta la leyenda que todos los artistas usan tele promter, una pantalla donde va apareciendo la letra de sus canciones por si alguna de ellas se les olvidara, que suele sudecerle a cualquiera, pero en este caso, los dos tele promters de Luis Miguel estaban colocados a la vista de todo el público, uno del lado izquierdo y otro del derecho. Además, el cantante durante toda su actuación llevó en su mano izquierda un aparatito que se llama Air monitor, y que por lo regular los cantantes lo llevan colocado en su cinto en la espalda o en la bolsa de su saco, según el vestuario.

Quizá como Luis MIguel estaba muy acostumbrado al micrófono de cable y hacía mil piruetas con el cable del mismo, ahora con el microfóno inalámbrico se siente más seguro teniendo en la mano el Air monitor. Pero les puedo asegurar que sus fans sólo estaban viendo su galanura, disfrutando de su voz y de los ademanes y gestos que lo caracterizan sin olvidar esa mágica sonrisa que paralizaba a todas las bellas mujeres que llenaban la primera fila y que iban arregladas como si de ahí se fueran a ir a cenar con Luis Miguel.

Luis Miguel se cambió dos veces de ropa y sucedió el truco de siempre de que él se despide y la gente pide otra, otra, y regresó para cantar y nuevamente se despidió y la gente volvió a gritar otra, otra y finalmente terminó el concierto aunque había gente sentada en el segundo piso del Auditorio Nacional que todabía gritaba: “mariachi, mariachi”. Pero con mariachi jamás cantó.

Hizo un dueto con Frank Sinnatra gracias a la tecnología cantando en inglés y de pronto le dieron un ramito de rosas blancas que repartió y aventó a varias mujeres que seguro guardarán esa rosa para siempre. Este numerito el primer artista que lo hizo fue Roberto Carlos, sólo que al rey de Brasil le levaban literalmente una tina con agua y muchísimas rosas rojas y él, sin guaruras del lado izquierdo y derecho del mismo Auditorio Nacional, se acercaba al público e invitaba a las personas que estaban sentadas lejos del escenario para darles una rosa. Pero bueno, el caso es que los seguidores de Luis Miguel le perdonan todo, lo adoran aunque no haya cercanía, aunque no hable mucho con ellos durante todo el concierto y se conforman con escucharlo, disfrutar de su espectacular bronceado, su galanura, su voz, sus movimientos, las camisetas y pelotas que aventó al final y seguirán yendo a verlo porque simple y sencillamente lo aman.

De las canciones más cantadas por el público, las más antiguas, ¿qué pensaría el maestro Enrique Okamura si viera a este Luis Miguel del viernes 11 de Febrero? Don Enrique Okamura trabajó con el en el disco “1 más 1 = dos enamorados” . Temas como “Cuando Calienta el Sol” fueron cantados por todo el público y de que el sol calentó a las mujeres que estaban ahí no les quepa duda. “Decídete” y por supuesto no podía faltar el numerito de “no culpes a la noche, no culpes a la playa, no culpes a la lluvia”…..Pero los temas nuevos fue evidente que el público no se los sabía.