Martha Figueroa narra con su muy peculiar y divertido estilo todo lo que ha tenido que pasar para lograr las entrevistas exclusivas que ha hecho a Luis Miguel a quien además admira como artista y como persona y eso me gustó muchísimo del libro, que lejos de esconder su propio fanatismo por él, lo comenta a detalle logrando un verdadero “click” con las fans del cantante que forman parte importantísima del libro. En este medio, y Martha lo sabe perfectamente, seguro no ha faltado quien le ha dicho: “¿por qué no pusiste esto o lo otro? ¿por qué no hablaste de tal o de cual?” pero las fans, el público, la gente que llena los conciertos de Luis Miguel están fascinadas con este libro que es, en efecto, un tributo a la carrera del cantante. Por otro lado, Luis Miguel no sólo debe leerlo sino que , mínimo, debe agradecerle a Martha Figueroa este bello trabajo por lo escrito y POR LO NO ESCRITO. Me emocionó profundamente-y seguro a Martha también- todo lo que las fans hacen, trabajan, logran, sacrifican por su ídolo y de verdad ovación de pie para todas las fans de Luis Miguel porque en el mundo entero han hecho de él parte de sus vidas. Y al leerlo, no pude evitar recordar las ocasiones en que yo tuve el privilegio de entrevistarlo cuando trabajé en el periódico El Norte de Monterrey. A todos los fans de Luis Miguel les recomiendo que lean este libro y en la presentación del mismo Martha se mostró sorprendida por la gran respuesta que ha tenido ya que lo están pidiendo de países que ella ni siquiera imaginó. ¡Y claro! Martha Figueroa ha trabajado durante años y años escribiendo y cubriendo la carrera de Luis Miguel así que todo lo que está sucediendo con este tributo es consecuencia de un gran trabajo no de ayer ni de antier, sino de muchos años. Solidariamente decreto que Luis Miguel lo leerá y te dará una maravillosa entrevista que incluirás en la siguiente edición del libro.
Y aquí les comparto una foto tomada por mí y que fue publicada en el periódico El Norte ya que fuimos el único medio invitado de Monterrey a la boda de Raúl Vale (q.e.p.d.) y Arlette Pacheco y a la que Luis Miguel llegó por sorpresa en su moto acuática al yate. ¡Inolvidable!
