
Ir a un concierto de Marco Antonio Solís no es sólo tener un reencuentro con Los Bukis y con el talento y romanticismo que distingue a este hombre de todos los demás canta autores, productores, músicos y cantantes porque él es UNICO. Ir a un concierto de Marco Antonio Solís en tener una cita directa con el romanticismo, con la sensibilidad, con el corazón de un hombre michoacano que se ha adueñado de los corazones de muchas personas en el mundo.
Pero jamás me imaginé que Marco hiciera lo que no ha hecho por mí ningún artista, por más amigo que sea. Marco, en pleno Auditorio Nacional abarrotado de su público que lo ama me dedicó unas palabras que hicieron que una vez más constatara que él es un ser humano con muy buena memoria, ¡gracias Marco por hacer de esta noche una noche inolvidable para mí! Tus palabras quedarán grabadas para siempre en mi corazón.
Marco logró que el público que llenó el coloso de Reforma bailara, cantara con él, y vibrara con esos temas que nos han enamorado a todos.
Extraordinarios músicos, canciones que nos han hecho que la piel se nos ponga chinita, Marco Antonio Solís nos llevó por un maravilloso viaje por su discografía y por una carrera llena de éxitos que han quedado para siempre en la historia musical de México. Hablar de Marco Antonio Solís es hablar de éxitos, de millones de discos vendidos, de conciertos exitosos en Argentina, Puerto Rico, República Dominicana y toda la Unión Americana y la República Mecicana.
El auditorio nacional de México se unió en una sola voz para cantar temas como “Morenita”, “Si no te hubieras ido”, “Más que tu amigo” y él supo llevar a su público del romanticismo al ritmo, del momento bohemio y acústico al baile y el ritmo que también tiene la música de Marco. Entre el público también estaba “El Chivo”, Eusebio Cortés, quien fuera el bajista de Los Bukis. “Tu cárcel” fue coreada por todo el Auditorio Nacional y Marco se entregó, como siempre lo hace, en cada una de sus canciones. Una noche mágica, romántica y memorable fue le que se vivió en el Auditorio Nacional. Marco Antonio Solís agradecía a Dios a cada momento, el aplauso del público es más que su alimento, es su inspiración, su motivación y el amor de su público es incondicional….como ha sido su entrega desde que inició su carrera.
No puedo terminar esta nota sin agradecer a mi querida Cristian Solís y a Javier Sandoval por todas sus atenciones. Una vez más Marco Antonio Solís no sólo llena el Auditorio Nacional de la ciudad de México, sino que llena el corazón de su público de su esencia, su talento, su romaticismo y sensibilidad y contagia esa energía llena de luz que lo caracteriza.
Por supuesto antes de terminar su concierto pidió un aplauso para cada uno de sus músicos, coristas y bailarinas. Lució un vestuario espectacular y nos hizo vibrar, bailar y cantar con cada una de sus canciones, canciones que nacieron de ese corazón michoacano que vibra y late con la música desde que nació, y nació para cantar, para componer canciones y para dejar su huella como un tatuaje en el corazón de su público.