Por Jessica Maldonado
Me llama mucho la atención una pregunta que siempre me hacen en todas partes. No, no es cuánto gano, es “¿Cómo le hiciste para trabajar en la televisión?”. Y es así como nació la idea de escribir un libro para responder a esa constante pregunta, pero por sobre todo por la necesidad de compartir mis experiencias y el conocimiento que he adquirido durante todo este tiempo.
Yo siempre he creído que la dedicación es otra de esas palabras claves para lograr lo que desees. Estoy convencida que eso nos pone en ventaja con relación a muchas otras personas que pueden tener a su favor juventud, belleza, cualidades que sin duda alguna, uno pensaría que estamos en desventaja frente a ellas, pero que sin el talento, la disciplina o la dedicación, esas mismas personas sabotean su propia carrera.
El triunfo siempre resulta fascinante. ¿A quién no le gusta el éxito? Hasta hoy no conozco a nadie que le huya o que simplemente diga que no le interesa. Y es que el triunfo nos llena, nos contagia de esa alegría de sabernos y sentirnos complacidos, pero sobre todo de haber hecho bien las cosas, más aún de haber cumplido una misión, un objetivo, una meta. Me habría alentado también el hecho de saberme apoyada y estimulada a no renunciar jamás a mis sueños. Muchas veces, el estar en un país que no es el de nuestros padres o el nuestro nos hace sentir ausente, nostálgicos y pareciera que nuestros sueños en una tierra extraña son más difíciles de lograr.
Yo te puedo decir ahora que no hay límites para nada. Que nunca permitas que te arrebaten tus ideales, tus sueños, tus metas. Qué cuando alguien te diga que no puedes, que no tienes talento, que no la vas hacer. Que tu respuesta para ellos sea un gracias y que solamente vuelvas a ellos para compartir tus éxitos y, agradecer una vez más, que por ellos llegaste a la meta.
La profesión de periodista me ha dado innumerables satisfacciones que ahora deseo compartir con el público. Para iniciar, les diré que esta carrera me ha dado la oportunidad de tener una vida muy cómoda. No todo ha sido color de rosa, al principio mi madre y yo nos enfrentamos a muchos vivales, quienes desafortunadamente se aprovecharon del poco conocimiento que teníamos de este medio y nos estafaron. En ese entonces yo tenía 12 años, pero eso sí, unos deseos enormes de aprender y de trabajar en la televisión.
Hubo mucha gente que se aprovechó de nuestra inexperiencia para pedirnos varios miles de dólares que mi madre por supuesto desembolsó sin tenerlos con la falsa promesa de que yo sería famosa. Y fue a esa edad que aprendí que no hay que pagar para ser famosa. No esta además decirles, que como cualquier madre de familia, la mía deseaba hacer realidad mis sueños y así, sin importar el esfuerzo y el trabajo de muchas horas, de tres trabajos diferentes, mi madre pagó lo necesario, pero el trabajo y la fama nunca llegaron. Desafortunadamente, la misma historia se repite una y otra vez, esto es lo más triste. Y es que el primer error empieza por creer, por confiar, pero no todo es bueno y no todo es malo, siempre y cuando ustedes estén alerta.
Mi idea es que ustedes, niños, jóvenes y adultos, no se permitan repetir la misma historia, las mismas trampas y las falsas promesas. Por eso decidí que mis vivencias plasmadas en un libro ayudarán a los talentos del futuro a entender cómo es que se desarrolla una carrera. Muy pronto les daré más detalles sobre este proyecto que se va a ser de gran utilidad y ayuda.
Fuente: nuevoworld.com
