Cada vez que veo a Jenni Rivera vuelve a sorprenderme, cuando creo que ya lo he visto todo, resulta que me vuelve a mostrar a una artista valiente, triunfadora, segura y sobre todo, que cuenta con lo más importante: el amor de su público. Sus fans de todas las edades la aman profundamente y, a diferencia de los medios de comunicación no la juzgan, no la cuestionan, no pretenden saber más allá de lo que su ídolo les quiera decir.
Me tocó ir al concierto de Jenni Rivera en el Auditorio Nacional con mi amigo el canta autor y actor Agustín Arana y él quedó impactado por la voz de Jenni y por cómo su público se le entregó por completo. Y ahora sí que como dice la canción de Ariel Barreras: ¿qué parte del NO no entienden? Jenni Rivera envió un muy claro comunicado de prensa donde decía que no hablaría de los motivos que la llevaron a su divorcio, a pesar de esto, algunos medios no sólo han especulado, publicado notas sino que insisten e insisten en que Jenni TIENE que decir los motivos de su divorcio. Nada más lejano a la realidad, porque Jenni Rivera tiene todo el derecho de callar, de hablar o de hacer lo que le de su regalada gana porque su divorcio es un asunto personal y ella y sólo ella sabrá los motivos que tiene para hablar o para callar y ojalá esos medios, porque no son todos, la respetaran como lo hace su público, al que sólo le importa ella, la mujer, la cantante, la persona a la que aman profundamente y a la que han apoyado en las buenas, en las malas y en las peores. Pero nada tapa el talento de Jenni Rivera, nada ni nadie puede impedir que 10 mil personas canten con ella al unísono y le griten que la aman, nadie puede obligar a nadie a comprar sus discos y aunque les cale a muchos, ella es ya desde hace tiempo la mujer más importante en el género regional mexicano.
