
La mera verdad en estas fotos me temblaban las piernas, me sentía parida por las hadas, bueno, más bonita que ninguna, la última coca del desierto, para que me entiendan, ¡fue la noche de mis sueños! bueno, no, no tanto, la noche de mis sueños sería….cambiemos de tema…..ay qué calor, y con el abanico ¡es pior!, mejor déjenme les cuento que amé a mi querido Iván Manjarrez que fue el extraordinario fotógrafo que me hizo la noche tomándome estas fotos.
Y ya saben yo abrazada del Potri y nadie me movía de ahí y el otro pobre dispare y dispare su cámara como diciendo: ¡a ver a qué horas! y yo, como si nada, feliz de la vida, ay pero bueno, ¿qué querían que hiciera? ¿que sólo me tomara una? ¡pues no! ¡por su desde claro que no!
Soy fan del Potrillo ¡y qué, y qué y qué!