Fuente: senderodelpeje.com
El cantante y compositor Adán “Chalino” Sánchez fue el primer artista de banda en actuar en el Teatro Kodak de Hollywood, y a cinco años de su muerte continúa en la escena musical a través de éxitos como “Necesito un amor” y “Me cansé de morir por tu amor”, entre muchos otros temas.
El hijo del compositor “Chalino” Sánchez falleció el 27 de marzo de 2004, a los 19 años, y dejó un legado de nueve discos que grabó en una década de carrera.
El intérprete estadunidense de origen mexicano fue considerado un mito por la fama que alcanzó tras su muerte, además fue el heredero legítimo del talento y carisma del afamado compositor de narcocorridos Rosalío “Chalino” Sánchez, asesinado en Sinaloa.
Considerado un mito por la fama que alcanzó tras su muerte, “Chalino” compartió escenarios con grandes figuras de la música regional mexicana en presentaciones masivas en plazas de gran importancia de Estados Unidos y México.
Adán Santos Sánchez Vallejo nació el 14 de abril de 1984 en Torrance, California, y fue hijo de Rosalío Sánchez y Marisela. Consolidó su carrera en 2003 con el disco “Un soñador”, el cual estuvo firmado por la compañía disquera Univision Records.
Este álbum cuenta con un corrido conmovedor que rinde homenaje a su padre, “Arriba Chalino Sánchez” de su propia autoría, así como temas clásicos como “Deja que salga la Luna”, “Y dicen”, “Corrido de Lucio Vázquez” y “Paloma negra”, entre otras.
Sánchez fue uno de los creadores del narcocorrido mexicano y escribió varias canciones en homenaje a su padre, entre ellas: “Adiós a mi padre”, “Carta de luto”, “Cuatro espadas”, “El árbol”, “Me persigue tu sombra” y “Prenda del alma”.
Logró presentarse en importantes recintos de México y Estados Unidos; además, colocó rápidamente sus temas en el corazón del público, lo que lo llevó a que sus nueve producciones se convirtieran en éxitos seguros.
“Por siempre y para siempre”, “Dios me negó”, “La corona de mi padre” y “Un soñador” fueron algunos de los títulos discográficos que llevaron a Adán a la cima del éxito. Brilló con luz propia sin olvidar el codiciado legado musical que le dejó su padre.
Adán perdió la vida al salir expulsado del vehículo en el que viajaba, cuando éste se impactó en la curva de una carretera de Sinaloa, México.
Durante días, en la radio y la televisión de habla hispana sólo se habló de la muerte de Adán, y a su funeral asistieron más de 10 mil personas que inundaron las calles y detuvieron el tráfico.
Desde la muerte del cantautor, su mamá, Marisela Sánchez, ha trabajado en mantener viva su imagen, incluso tiene el deseo de que la vida de su hijo sea llevada al cine.
En su primer aniversario luctuoso, decenas de seguidores se reunieron para develar la estatua que se construyó en su memoria, la cual fue colocada en el rancho El Farallón.
Hace un par de años, sus fieles seguidores recolectaron a través de correos electrónicos las últimas fotografías que se tomó el cantante, para así seguir con su homenaje.
Además, decenas de admiradores se dieron cita en el sur de Los Angeles, donde descansan sus restos, para rezar por él y entonar alguna que otra canción en su honor.
