
En el que significa el regreso de Terrores Nocturnos, el conjunto estrena “Si los veo, Ellos me ven”, un single doble compuesto por “Las Brujas” y “Malas Noticias”, adelantos del disco “Gente en la Ventana”, a estrenarse en septiembre del 2025.
Grabado en Estudio Santa Marta y mezclado y masterizado por Santiago de Simone (@7ammixing), el nuevo trabajo de Terrores Nocturnos deja en claro cuáles serán los pilares para esta etapa: guitarras distorsionadas, baterías con nervio punkrockero y letras desesperadas por encontrar belleza en los restos de lo que el mundo ya desechó.
“Las Brujas” es una canción sobre aventuras. Desde los coros y el ambiente de la introducción, propone al oyente emprender un viaje. Serán las guitarras el motor que marque el pulso y el ánimo de esa fuga: a veces limpias, casi inocentes; otras, distorsionadas y amenazantes.
“El río es un espejo”, dice una voz que parte el track a la mitad, para recordarle a quien escucha que esta también es su canción, que allí también puede encontrar su reflejo, que puede mirarse a sí mismo. Y cuando la tormenta pareciera no dejar de acechar el barco, el estribillo evoca, a modo de mantra, un conjuro que siembra un último reflejo de esperanza: “todos sabemos que las brujas no existen, pero que las hay, las hay”.
SOBRE TERRORES NOCTURNOS
Terrores Nocturnos es una banda fundada en 2017 que, con raíces en el punk rock argentino, se mueve con naturalidad entre géneros como el indie, el post punk, el garage y hasta el surf.
En su primer disco, El funeral de los monos (2018), grabado y producido de manera totalmente autogestiva, las letras giran en su mayoría en torno a la muerte, pero narrada sin dramatismo, con cierta distancia irónica. Por entonces, la banda —formada por Marcos Aramburu, Marcos Delfino, Sebastián Limarino, Juan Ignacio Verona y Julián Pérez— supo ser parte de una escena under que estaba en plena ebullición.
Siete años después, con un parate y una pandemia en el medio, Terrores Nocturnos vuelve con una nueva etapa: más compleja, más madura musicalmente y en sintonía con el sentimiento de bronca, alienación y desidia que atraviesa la época.