¡UN SUEÑO HECHO REALIDAD!

Jamás olvidaré la noche que fui con mi adorada Verónica Castro a ver a su ídolo: Roberto Carlos. Aunque también es mi ídolo jamás lo había visto en vivo y la verdad fue algo que jamás podré olvidar. Es un artista en toda la extensión de la palabar y una muestra y ejemplo de sencillez para muchos… ¡Qué barbaro! qué show, qué canciones, qué músicos, qué talento tan grande de este hombre maravilloso. ¡Con razón la Vero lo quiere tanto y él la adora!, se puso feliz cuando supo que ella estaba en el público y pudimos, gracias a eso, pasar a su camerino. ¡Fue maravilloso! él la saludó muy cariñoso y se ve que la aprecia y la adora desde hace muchos años. Ella también a él, recordemos que todos los programas nocturnos terminaba ella cantando un tema de Roberto Carlos. Nos emocionamos hasta las lágrimas con canciones como “Lady Laura”, “La distancia”, “Detalles”, “El gato en la oscuridad” en fin, este hombre tiene un repertorio maravilloso y cantó lo mejor de él. El auditorio nacional estaba lleno en su totalidad y la verdad lo disfrutamos muchísimo.


Fuimos Alex Kaffie, Lila Solana, Verónica y yo y la verdad nos la pasamos de emoción en emoción, Lila recordó hermosas anécdotas ya que ella trabajó en todos los programas nocturnos con Verónica y recordó cuando Roberto estuvo en el programa. La verdad fue una noche que jamás olvidaremos y la ternura y sensualidad de este hombre llenaban el escenario a todo lo que da. La verdad me impactó que había muchisima gente joven y me dio mucha risa cuando cantó “Propuesta” que inicia con la frase “Yo te propongo…” y se oyó el grito de una chava desde arriba: “¡Yo también!” y él sonreía con una ternura que la verdad se lo quería uno comer a besos. ¡Qué hombreeeee por Dios!


Y cuando llegó el momento de que yo me tomara la foto con él no les puedo explicar la emoción tan grande que sentí, y miren que les consta que soy muy aventada y que no tengo problema para piropear a los artistas pero en este caso enmudeció el palenque y no pude controlar la emoción y los nervios que sentí cuando ese hombre hermoso y maravilloso me abrazó para la fotografía. Fue algo que no puedo explicar con palabras pero que jamás olvidaré. Me puse muy nerviosa y sólo al despedirme le dije: “Que Dios te bendiga” y me dijo: “Amén” ¡Y se me cayeron los calzones! qué hombre, qué talento, qué manera de componer y cantar, qué noche tan hermosa y llena de tantos recuerdos. Tan romántica y especial. ¡Bravo, Roberto Carlos! y gracias Verónica por permitirme compartir estos bellos momentos contigo, amiga.