La leyenda del freestyle mexicano lanza un nuevo sencillo, donde refleja un tema tan crudo como necesario: el salvajismo de la delincuencia en las grandes urbes, particularmente la CDMX y zonas aledañas.
El rap como vía para reflexionar nuestro actuar social.
La violencia asociada a la delincuencia es un fenómeno casi endémico de las grandes urbes. No es raro que en una capital como la CDMX (y su zona conurbada), todos los días veamos en noticieros la misma historia una y otra vez: un asalto que termina en asesinato, resultando en una espiral descontrolada de rompimiento social.
Dada la pertinencia del tema, el mejor freestyler del mundo, Aczino, presenta un nuevo sencillo que sirve como protesta contra esta podrida dinámica citadina. Al respecto, comenta el propio artista: “(ser víctima de delincuencia) es algo que me ha tocado vivir en carne propia y quería contarlo en esta canción. Se trata de una historia dividida en dos partes, que a pesar de suceder en distintos momentos, tienen un hilo que las conecta, lo cual queda claro cuando se ve la letra de la composición”.
En cuanto a la parte musical, “La Capital del Pecado” se erige como una clásica pieza de rap que echa mano de sonidos duros y crudos, elementos estéticos que van en concordancia con la rudeza del tema a tratar. “El beat y la producción”, detalla Aczino, “corrió a cargo de El Trill, quien me ayudó a conectar con el sonido característico de la época dorada del hip hop”.
Y para darle mayor sentido a “La Capital del Pecado”, la canción se acompaña por un video que apunta a convertirse en un nuevo clásico: protagonizado por Luis Felipe Tovar, el pequeño filme nos lleva a recorrer las entrañas de las dos historias que refleja la canción, cuyo eje conductor no es otro más que la violencia, la precariedad, la delincuencia y el luto terrible que deja esa combinación.
Así, Aczino alcanza un nuevo escalafón dentro de su brillante carrera, pues no obstante ostentar la corona del rap de habla hispana, hoy nos invita a mirarnos en el crudo espejo de la realidad para protestar contra aquello que de a poco nos va matando: la falta de empatía, paz y oportunidades para todos.
