“Es el primer sencillo de Réquiem para el Daimòn, nuestro segundo disco. Representa la única luz de esperanza en medio del disco que aborda temáticas depresivas y melancólicas.
Es la canción más compleja que hemos grabado hasta la fecha, ya que la estructura es más progresiva que en el resto y cuenta con una coda inesperada donde los sonidos de ultratumba se funden con un piano fantasmal.
La canción está inspirada en la diosa Artemisa y en el arquetipo de la feminidad así como en los ángeles que están de paso por la Tierra para tendernos la mano en momentos difíciles y nos inspiran a seguir adelante aún cuando todo pareciera estar perdido.
Curiosamente todo el disco nació de canciones de piano instrumentales y después fuimos sumando diferentes elementos musicales y la letra, fue un proceso muy diferente a los trabajos anteriores de la banda.
La canción fue grabada en los Estudios Panoram y el Estudio Indiana.
El productor del disco fue Felipe Ceballos que además mezcló el disco y colaboró con algunos arreglos musicales.
Esta canción y todo el disco fue masterizado por Harris Newman.”
– Códex Fénix –
Como parte de la promoción de Puerta 9, su disco debut y CYBERSEXI.A., su más reciente EP, Códex Fénix abrirá la fecha de mañana de Zoé en el Palacio de los Deportes.
Es una banda mexicana de rock alternativo que nace de las cenizas de otros proyectos musicales en los que Javier (voz, guitarra, sintetizadores, piano, bajo) y Álvaro (Batería) colaboraron anteriormente.
Durante la pandemia se gestó este proyecto producido por Felipe Ceballos (Zoé) quien a su vez colaboró grabando percusiones y mezclando el primer disco que se llama Puerta 9.
La búsqueda musical involucró un proceso orgánico en el que las canciones nacieron de la forma más básica con voz y guitarra sumándose posteriormente otros elementos que aportan un aura onírica a las canciones en las que también aportaron mucha magia: Mabe Fratti en el cello y Andrea Franz en los coros.
Abriendo la Puerta 9 inicia el viaje sónico para atravesar el portal y despertar del sueño virtual.
Representa un portal a los mares de la incertidumbre, abriendo los velos de la percepción mostrando realidades paralelas donde todo aquello que representa el cielo y el infierno personal son parte del mismo viaje terrenal.