ENTREGA JENNI RIVERA UNA SENTIMENTAL VELADA EN EL AUDITORIO TELMEX

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Con los sentimientos en carne viva, Jenni Rivera complació a miles de tapatías por alrededor de cuatro horas en una velada bañada de dolor, amor, desamor, nostalgia, desprecio, rebeldía o diversión al ritmo del mariachi y de la banda.

A las 20:41 horas comenzó la cuenta regresiva, se encendió una pantalla gigante que mostró diversas imágenes de “La Diva de la Banda” a lo largo de su carrera, se dispararon chispas pirotécnicas, volaron miles de papelitos y despertó el Auditorio Telmex.

Ante el alarido de los asistentes, apareció Jenni Rivera vestida con pantalón ajustado, blusa, botas y sombrero, todo en color negro, e interpretó “Mi gusto es” y ”Parrandera”, acompañada de 15 integrantes de la banda oriunda de Mazatlán, Sinaloa.

La cantante prosiguió con “Mi vida loca”, “Cuánto te debo”, “Cuando me acuerdo de ti” y “No me preguntes por él”, además agradeció a su público por acompañarla esa noche: “Bien pudieran estar en cualquier otro lugar, pero decidieron estar conmigo, por eso los voy a complacer para que al final digan valió la pena”.

Resaltó que tan sólo es una mujer como cualquier otra, con sentimientos: “Una rebelde como yo defiende a su hombre hasta el final”. Y cantó “Con él” y “Con tu camisa puesta”.

Antes de ofrecer “Chuper amigos”, dijo que le encantaban los hombres borrachos porque en ese estado ven a las mujeres más bonitas: “¡Salud Guadalajara!”; y de ahí en adelante brindaba de vez en cuando con los tapatíos que levantaban en sincronía miles de bebidas espirituosas.

Mantuvo a las tapatías enardecidas desde el primero hasta el último segundo del espectáculo con las contagiosas letras de sus canciones y con sus atinados comentarios.

También brindó “La dama divina”, Besos y copas”, “No vas a creer”, “Ni me viene ni me va”, “A escondidas”, “Hacer el amor con otro”, “La sopa del bebé”, “Brinco dieras” y “Mírame”, con lo que transformó el inmueble en una gigantesca cantina: “!Salud Guadalajara¡”.

La banda salió y el mariachi entró al escenario para entonar “Son de la negra”, en lo que Jenni cambiaba su vestuario, para cantar “Como tu mujer”, donde lució elegante vestido largo morado, para enseguida ofrecer “La cara bonita” y “Ni princesa ni esclava”.

Las tapatías desgarraron sus gargantas para disipar sus penas en enorme coro cuando Jenni Rivera interpretó “Por qué no le calas”, “Amaneciste conmigo” y “No llega el olvido”, y saludó a su mamá que estaba entre el público a quien dedicó “La gran señora”.

De vez en cuando se pintaba y arreglaba en un pequeño tocador que tenía en el escenario donde colocaba sus bebidas espirituosas, para seguir con “Ya lo sé”, “Soy una mujer”, “Por un amor”, “La diferencia” e “Inocente pobre amiga”, con lo que se retiró el mariachi.

Con un popurrí ingresó de nuevo la banda y puso a bailar en sus lugares a todos los presentes al puro estilo Sinaloa. Con un vestido corto negro y zapatos de tacón altos, Jenni cantó “Ahora que estuviste lejos”.

Agradeció a sus padres que desde pequeña le enseñaran el amor por la música mexicana cuando vivía en Los Angeles, California: “Y quien iba a pensar que ahora iba a estar cantando en Guadalajara, la tierra del mariachi”.

Después invitó a su hermano Juan Rivera a entrar al escenario para que cantara una melodía con la banda, quien recordó que su papá es de La Barca, Jalisco.

“La Diva de la Banda brindó “Tronco caído” y al término ofreció sus condolencias a Joan Sebastian por el fallecimiento de su hijo Juan, para continuar con las melodías “Querida socia” y “Malandrinas”.

Una tapatía le aventó su brassier negro y Jenni le pidió que subiera y le demostrara que era suyo levantándose la blusa hacia la banda, lo cual hizo la asistente para regocijo de los músicos.

Tras decir que con las siguientes melodías contestaba las críticas, ofreció “La primera piedra” y “Los ovarios”, ante el arropo de sus seguidores siguió con “De contrabando”.

Los sentimientos continuaron a flor de piel y cantó “Amiga si lo ves” y “La mentada”, con lo que se despidió de su público, pero ante insistente coro de su nombre retornó con “Qué me vas a dar si vuelvo” y “Culpable o inocente”.

La hermana de Lupillo Rivera ofreció “Inolvidable” y después saludó a su pareja sentimental que estaba entre el público, a quien la banda le cantó “Por una mujer bonita”, que pidió el pelotero, mientras ella se pintaba y arreglaba en su pequeño tocador.

Enseguida cantó unas melodías más, y cerró con “Imbécil” y “Mudanzas”, con lo que el público quedó complacido tras degustar de alrededor de cuatro horas de emotivo concierto, que sirvió de desahogo para miles de tapatías.

Fuente: publimetro.com.mx