
Por Amparo Belmonte
Que tipazo, Chicuela!!! Que mega-super atractivo estaba hoy con la camisa y los pantalones jeans Amaury Gutiérrez en Barcelona… Wowwwww!!!… Nos hemos quedado todas con las babas fuera (lástima no haber llevado la cazuelita… jajajajja) y literalmente con los choninos al piso, como tú bien nos aseguraste…
El concierto ha sido simplemente ESPECTACULAR!!!! De tan íntimo, tan intenso, tanta fuerza y tanta sencillez como transmite Amaury con su impresionante voz y como hace hablar a esa guitarra. Sé que son conceptos totalmente opuestos entre sí, pero es lo que me ha provocado, lo que me ha transmitido y lo que ha terminado de enamorarme de él…
Creo que es mi destino, el enamorarme de una canción, perderle la pista al tipo una temporada para volver a reencontrarme con su música y caer totalmente rendida a su genialidad. Como desde “Yo se que es mentira” me envolvió… para regresar con “Remolino” en la voz del gran Pancho Céspedes (sin saber que la canción era de Amaury) y para terminar de descubirle con esas sesiones íntimas que ha bordado junto a otros amigos del medio artístico…
Para mí, tal como te he dicho, queda ese “Dime corazón” como el broche de oro (que casualidad que sea de las favoritas de Amaury…) y esa “Guajira con Tumbao” que voy a recordar siempre como la canción que compartimos Amaury, tú y yo en Barcelona.
Siento no poder escribirte mucho más… Mis lágrimas de “magdalena” me impiden ver el teclado; Que le voy a hacer!!! Aparte de ser “merengue” otro de mis defectos es ser demasiado sensiblona y llevo muy mal el tema de las despedidas, sobre todo de las amigas con las que comparto momentos increíbles que se quedan grabados en el corazón para siempre, y tal y como te dije, “No hay que llorar por las despedidas, por que son indispensables para el reencuentro” Pero cuando se está tan lejos y conoces a una persona como tú, es imposible no quedarse con las ganas de más…
Amaury, desde aquí vayan todos mis aplausos.