OLAS Y ARENAS primer single de adelanto ES TARDE YA

El ansiado momento ha llegado. El pianista cubano Pepe Rivero y la cantante ibicenca Ángela Cervantes presentan Es tarde ya, primer sencillo de su nuevo trabajo discográfico y debut conjunto, Olas y Arenas.
Olas y Arenas se presentará en Madrid el día 23 de noviembre en el Teatro Bellas Artes , el mismo día de la salida del disco.

Es tarde ya es una de las once piezas que contiene el álbum, donde Rivero y Cervantes se vuelcan, a dúo esta vez, en la emoción de un amor que quedó atrás y que ya no es posible recuperar. Uno de los momentos más apasionados de su trabajo, donde los amantes del jazz, del jazz latino, del bolero en estilo filin, del fado o de la música clásica sin duda no quedarán indiferentes…

Bajo la producción ejecutiva newyorriqueña de José E. Cruz, presidente de Jazz Latino Inc., llega este álbum tan especial donde los intérpretes, junto a un elenco de grandes músicos, navegan sobre las maravillosas canciones de Sylvia Rexach, una artista de los pies al sentimiento, que no obtuvo el reconocimiento que sin duda merecía, pero que a través de los frescos arreglos de Pepe Rivero, cobran vida una vez más, para así compartir la obra de Rexach con el mundo.

El lanzamiento del álbum será el próximo 23 de noviembre, día en el que además se hará la presentación en vivo, en uno de los teatros insignes de Madrid.

Sylvia Rexach (22 enero 1922 – 20 octubre 1961), de descendencia catalana nació en Santurce, Puerto Rico, uno de los vecindarios más icónicos de San Juan, la capital del país. Su primera presentación artística fue durante sus años de adolescencia, como vocalista en un programa de radio presentado por el pianista y compositor puertorriqueño Arturo Somohano. A esa temprana edad, Rexach comenzó a escribir las canciones que hoy día la ubican en el panteón de las figuras más destacadas de la música puertorriqueña en el siglo 20.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Rexach se unió al Cuerpo de Mujeres del ejército norteamericano. En el 1943 se casó con William Riley, un soldado norteamericano, a quien había conocido en Santurce. Con él tuvo tres hijos. El matrimonio no duró en parte porque Rexach no se conformaba con ser la típica esposa de los años 40 y 50. A pesar de que Sylvia lo amaba, sus almas no estaban en sincronía. Él carecía de inclinaciones poéticas y nunca apreció el temperamento artístico de ella. La violencia doméstica contra Sylvia fue también un factor maléfico en la relación. Luego de su divorcio, la artista siguió trabajando dentro y fuera de la casa, componiendo y cantando manteniendo un estilo de vida bohemio, que la situó a la vanguardia de su época.

En el 1940, Rexach organizó y dirigió a “Las Mirlas,” grupo musical pionero integrado sólo por mujeres, que se disolvió rápidamente. Rexach persistió en su afán y en el 1949 organizó el trío “Las Damiselas”, luego adaptado a sexteto y también conocido como El Combo de Sylvia Rexach. Sylvia escribió guiones y una columna periodística, actuó, cantó como solista, y compuso jingles comerciales. Fue socia fundadora y Secretaria General de la Sociedad Puertorriqueña de Autores, Compositores y Editores de Música.

Ni una úlcera en el estómago ni, posteriormente, un cáncer de mama que se diseminó por todo el cuerpo no la detuvieron. Así, mantuvo su vida artística mientras batallaba contra una enfermedad marcada por tres intentos de suicidio. Murió en Santurce a la temprana edad de 39 años y en 1967, el Instituto de Cultura Puertorriqueña publicó Sylvia Rexach canta a Sylvia Rexach, un álbum que incluyó catorce temas de su composición en el que Rexach cantó acompañada del guitarrista Tutti Umpierre.

La obra de Sylvia Rexach la ha consagrado como intérprete magistral del bolero, en el estilo filin. Su canción “Yo era una flor,” aunque no es de las más conocidas, es representativa del tema básico de su producción romántica: la dinámica del encuentro y la pérdida del amor. El siguiente fragmento articula con una profunda y bella simplicidad la temática de su obra:

Yo era una flor / que en la maleza creció / y me ofrecieron / un efímero amor. / Un ruiseñor mi cáliz se llevó, / destrozándome el alma / y dejándome sumida / en un dolor. /Yo era una flor / que perdió su color / cuando apenas / conocía del amor. / Allá en la pradera / hay flores que esperan / allí debe estar mi ruiseñor / con otra flor / como la flor que era yo.

Por sus canciones Rexach figura como compositora de gran sensibilidad romántica y como una de las poetas esenciales en la historia musical del Caribe hispano.