El día 19 de marzo se conmemora el Día Internacional del Artesano, también conocido en la religión católica como día de San José, el esposo de la Virgen María y el padre de Jesús. Su oficio era el de carpintero y por ello se le considera como el símbolo de la artesanía y por ello se celebra este día como el Día Internacional del Artesano.
En toda comunidad se pueden encontrar personas hábiles que realizan esculturas, tallado en madera, adornos, pinturas y cualquier cantidad de objetos más, realizadas estas en su totalidad en forma manual. Estas personas son llamadas artesanos y son personas que fabrican o crean cosas que pueden ser funcionales o estrictamente decorativas, por ejemplo muebles, artes decorativas, esculturas, ropa, joyas, alimentos, artículos para el hogar y herramientas o incluso mecanismos como el movimiento de relojería hecho a mano de un relojero.
Los artesanos practican un oficio y pueden, a través de la experiencia y la aptitud, alcanzar los niveles expresivos de un artista y su trabajo suele forman parte del folclore de su lugar de origen, son reconocidos por mantener el arte y la cultura tradicional de cada región del mundo, utilizan materiales típicos de su zona para fabricar sus productos o se inspiraran en motivos tradicionales. Cada cual suele tener sus materiales preferentes, que en muchos casos imprimen un estilo especial a sus creaciones.
La palabra “artesanal” se utiliza en mercadotecnia y publicidad como una palabra de moda para describir o implicar alguna por ejemplo la elaboración de productos alimenticios hechos a mano, como pan, bebidas o queso. Todos estos han sido tradicionalmente productos artesanales o rurales, pero ahora también se fabrican comúnmente a gran escala con mecanización automatizada en fábricas y otras áreas industriales.
La manufactura artesanal permite tener un objeto único, ya que en éstos elementos suelen encontrarse pequeñas variaciones o imperfecciones que hacen que aunque las piezas sean similares, no sean perfectamente iguales. La creación artesanal en este caso añade un valor artístico a los productos, el cual repercute significativamente en el precio final del objeto o producto.
Y tú… ¿Crees que valga la pena consumir productos artesanales aunque estos sean más caros que los productos fabricados en masa? Cuéntanos en el espacio debajo de esta nota.