
En 1962, el presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, presentó en los Estados Unidos un proyecto de ley sobre los derechos de los consumidores, que el Congreso aprobó con gran consideración. Originalmente, solo se habían especificado cuatro derechos de los consumidores, pero con el paso de los años, los derechos de los consumidores finalmente fueron tomados más en serio y se elevaron a una posición de reconocimiento y legitimidad internacional. Después de una década de prolongado y duro cabildeo, el 9 de abril de 1985, las Naciones Unidas (U.N.) aprobó las directrices generales para la protección del consumidor, propuestas por el grupo de consumidores internacionales y otros grupos de derechos del consumidor. La U.N. había enmendado el original de la IP de cuatro derechos básicos de los consumidores a un total de ocho, que fueron reconocidos por sus miembros participantes.
Celebrar el Día Mundial de los Derechos del Consumidor tiene como propósito unir a los consumidores, una sección grande pero a menudo fragmentada de la sociedad, y reiterar que las empresas deben tener en cuenta su responsabilidad y no incumplir sus promesas o abusar de los consumidores que son tan importantes su supervivencia. La ocasión recibe atención internacional, y a menudo está marcada con discusiones grupales y seminarios relacionados con eventos actuales, problemas subyacentes, etc. y medios para deshacerse de ellos en el mundo de los consumidores.
El día de los derechos del consumidor se celebró por primera vez el 15 de marzo de 1983. Es una ocasión anual de celebración y solidaridad que sirve como una oportunidad para proclamar los derechos de los consumidores a exigir respeto y protección contra los abusos del mercado. Socavar los derechos del consumidor es considerado una injusticia social.
De entre los ocho derechos básicos de los consumidores, enlistamos a continuación los tres que podrían ser considerados los más preponderantes dentro del contexto general.
Derecho a la información: el derecho a la información requiere que las empresas suministren toda la información que sería necesaria para tomar una decisión inteligente sobre la compra de un producto en particular. Este derecho también establece que es ilegal que las empresas proporcionen “publicidad o etiquetado deshonesto o engañoso”. Los consumidores son responsables de analizar la información de manera apropiada.
Derecho a elegir: el derecho a elegir garantiza que los consumidores puedan elegir entre una variedad de productos y servicios. Los distribuidores de los productos o servicios deben ponerles precio en función de mercados competitivos y garantizar su calidad. Los consumidores son responsables de comparar todos los precios antes de tomar decisiones e identificar las diferencias entre productos similares.
Derecho de compensación: el derecho de compensación garantiza que los clientes tengan una vía para recibir una compensación por el rendimiento insatisfactorio del servicio o productos inferiores, o por daños infligidos por su uso. Es responsabilidad del consumidor buscar activamente la restitución adecuada.
Y tú… ¿Crees que las compras por internet han mejorado o empeorado la experiencia del consumidor en general? Cuéntanos en el espacio debajo de esta nota.