
La Organización de Las Naciones Unidas (ONU) designó el 1 de marzo como el Día Internacional de la Cero Discriminación en el año 2013, con el fin de que todas las personas tengan una vida digna, independientemente de su condición. La discriminación hace referencia a cualquier acto o comportamiento que tiene por objeto o resultado la violación de los derechos humanos fundamentales que todas las personas disfrutan en pie de igualdad.
El derecho a la no discriminación implica que todas las personas reciban un trato digno: que se respete su dignidad humana, autonomía, privacidad y confidencialidad, y que se les garantice la ausencia de coacción y abuso en igualdad de condiciones. Por esto el Día de la Cero Discriminación representa una oportunidad para recordar que todo el mundo puede tomar parte en la transformación e involucrarse para conseguir una sociedad igualitaria y justa.
La discriminación puede darse en cualquier lugar: en un centro de atención sanitaria, en el trabajo, en el colegio, en el hogar o en la comunidad, y es necesario recordar que la discriminación sigue minando los esfuerzos para conseguir un mundo más justo y equitativo y provoca dolor y sufrimiento a muchas personas. Toda persona tiene talentos y competencias que pueden enriquecer a las sociedades y fortalecer a las comunidades. Acoger y recibir con los brazos abiertos la diversidad en todas sus formas fortalece la cohesión social, lo cual beneficia a todos.
El Día Internacional de la Cero Discriminación representa una gran oportunidad para unirse contra la discriminación y celebrar el derecho de todas las personas a vivir una vida plena y productiva con dignidad. Nadie debería ser discriminado debido a su género, identidad de género, raza, edad, discapacidad, origen étnico, orientación sexual, religión, lengua, condición médica o cualquier otro motivo. Todas las personas pueden tomar medidas para hacer frente a la discriminación y fomentar la aceptación: hacerse sentir y oír cuando algo está mal o alguien está siendo tratado de forma injusta, sensibilizar, apoyar a las personas que ya han sido discriminadas y fomentar los beneficios de la diversidad.
Y tú… ¿Has intervenido en defensa de alguna persona que haya sido discriminada en tu presencia? Cuéntanos en el espacio debajo de esta nota.